Karl Lagerfeld, "provocador, divertido, con gafas transparentes, posando con sus modelos, en fiestas", como una persona normal; sin ese aire de soy especial que parece rodearle ahora. Ni es lujo ni se le parece, es excentricismo puro y duro.
Karl Lagerfeld, cuando mostraba su rostro sin problemas, cuando se divertía en público, y cuando era él que se dejaba fotagrafiar y no se preocupaba tanto por la perfección capturada a través de su cámara.
Yo en lo personal, me quedo con las imágenes del Karl diseñador de otras épocas, ha sido un lujo poder adentrarnos a través de un objetivo para descubrir que antes, mucho tiempo antes, Karl sí sonreía.