La calle manda, y eso se nota tanto a la salida de los desfiles como lo que al final vemos en las tiendas de low-cost. Y, en esta ocasión, nos toca hacerle caso a ese complemento que lleva tanto tiempo entre nosotros pero al que, al menos en mi situación, no le hemos hecho nunca caso. El gran abanico en estampados, formas y en maneras de ponérnoslo hace del pañuelo un accesorio tan versátil como práctico. Y, en cuestiones de practicidad, lo mejor es llevarlo al cuello.