La lectura es una actividad relajante. Cuando se recurre a ella en el momento de ir al baño, se desvía la atención a la hoja de papel impresa. Con ello, se consigue distender no sólo la mente, sino todos los músculos del cuerpo, que incluyen los encargados de los movimientos intestinales y el esfínter anal. Muchas personas con problemas de estreñimiento aseguran tener habitualmente junto al excusado una estantería con diversas lecturas ligeras, no porque les ayude a solventar el problema, sino para combatir el aburrimiento.
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