Los pies es algo que por lo general, nosotros no le damos mucha importancia, pero son los que más sufren durante todo el día. Alrededor de un 25% del total de huesos del cuerpo se encuentra en los pies, cuyas plantas y dedos están cubiertos por una densa red de células sensibles al tacto. la mayor parte del tiempo se encuentran ajustados dentro de calzados, aguantando nuestro peso…
Los pies por más aguante que tengan, sufren y además todo el cuerpo se descarga sobre ellos, al igual que las tensiones y los nervios.
Cuando estés en la oficina y si nadie te ve, descálzate un rato y masajea el pie con una pelota del tamaño de una de tenis en el piso, veras que eso los relajara mucho y a ti te sacara tensiones de encima.
Cuando estés tranquilo en tu casa, sumerge los pies en agua caliente con un poco de sal gruesa y si quieres un poco de esenciales o hierbas aromáticas (por ejemplo, romero, lavanda y salvia) y déjalos ahí por unos 10 a 20 minutos y luego sécatelos bien con una toalla. Aprovecha a pasarte la lima de pies para extraer la piel muerta.
Realízate un masaje de pies con una crema hidratante, toma el pie con las dos manos (dedos en las plantas y pulgares en la parte superior del pie) y desplaza tus pulgares desde los tendones del tobillo hasta los dedos. Ahora cambia de posición y masajea la planta del pie con los pulgares formando pequeños círculos desde los dedos hacia el talón. A continuación masajea cada dedo con movimientos circulares y termina girándolos suavemente en las dos direcciones. Repite el proceso con el otro pie.