La montura que no debería faltar en ninguna colección de gafas de sol cumple 75 años y se homenajea a sí misma tirando de su versión plegable en oro.
Polarizadas y bañadas en oro de 22 quilates, están disponibles en un par de versiones en oro amarillo y una en oro blanco, que diría que es la primera vez que Ray-Ban lo utiliza.