-soy yo tu hijo aquel que abandonaste cuando solo tenía dos años, aquel que no viste crecer por darle una mejor vida, aquel que se te olvido que necesitaría un abrazo en días oscuros, aquel que sufría cuando llegaba el día del padre en la escuela y nunca estabas o aquel que con tanta dedicación hacia trabajos para dártelos en días como esos, se te olvido que te iba a necesitar tantas cosas que el dinero no podría reponer.
No me des todo lo que te pido, cuando lo único que quiero es saber que estas allí para cuando mis días no sean buenos.
No me digas que hago falta, si fuera así no me hubieras dejado solo sabiendo que te iba a necesitar.
No sabes cuánto me dolía ver a niños agarrados de la mano de sus papas, si yo no podía hacerlo.
Culmine mi primaria no estuviste teniendo la esperanza de que me graduaría de secundaria y podría compartir con vos ese momento tan especial para mí, llego ese momento y tampoco estuviste tus silla siempre la ocupo otra persona.
Ver que llegaba cada fin de año y todas las personas hacían planes de pasar en familia y tú tampoco estabas para esas fechas.
Pero sabes que le agradezco a Dios por que aprendí a ser fuerte y que cada uno de esos detalles me los guardara y se quedaran solo para mí, tanta falta me hiciste cuando necesitaba hablar con una persona con figura paterna, para que me sacara de tantas dudas que invadían mi cabeza en esos momentos, pero tampoco estuviste.
Ay padre si supieras cuanta falta me has hecho todos estos años, si supieras cuanto me a dolió el que no estés para mí y para mi familia.
Hoy que decidiste formar una nueva familia no cometas los mismos errores que cometiste antes, no hagas que tu nueva familia pase por este mismo abandono, porque a mí me duela no significa que las otras personas se lo merezca, lastimosamente no existe una escuela para padres y puedas tomar una clases de cómo ser un mejor padre.
Espero que todo sea mejor para ti ahora que eres feliz lejos de nosotros.
Atte:
Tu hijo que te ama tanto.
