Las gafas de sol son un básico, tanto por necesidad como por estilo. Son prácticas, cómodas y dan un aire interesante. Pero cuando quieres elegir un modelo, no sabes cual, a veces ves hasta 100 tipos diferentes, algunos tan similares que no los puedes distinguir y terminas con muchas mas dudas que al comienzo.
La regla de oro es: nunca elijas unas gafas de sol grandes si tu cara es pequeña. Vale que quieras pasar desapercibido, pero acabarás pareciéndote a la mosca. Y eso nunca. Las famosas gafas de pantalla sólo están permitidas si tu cara es ancha o tu cabeza es grande.
Rostro triangular : a este rostro, de barbilla fina y en pico y frente amplia, le van unos lentes con montura fina y con cristales ovalados, esto dará un mayor aspecto de redondez a tu cara y relajará tus facciones.
Rostro cuadrado: Pues necesitas una gafas grandes, con unos cristales de color claros, pero que la montura sea fina y los cristales redondos u ovalados, para suavizar la dureza de tu rostro. Un rostro cuadrado suele tener una mandíbula saliente, y este tipo de lentes hace que la mirada de otros se centre en la zona de tus lentes.
Rostro redondo: En este caso debes evitar a toda costa las gafas de sol redondas u ovaladas. Al tener el rostro ya redondo debes dar contraste y estilizar tus facciones. Necesitas monturas de pasta y unos cristales alargados en forma horizontal, con un cristal relativamente oscuro.
Rostro ovalado: El rostro ovalado es el que llaman "el rostro perfecto", al menos en la actualidad. Así que las personas con esta forma en su cara pueden darse el lujo de ponerse casi cualquier estilo, aunque desde aquí te recomendamos un cristal en tonos café con montura más bien redonda, y grandes, lentes de sol grandes.
