El poco consumo de agua puede traer al organismo consecuencias negativas, que influyen en el desempeño diario.Todos hemos oído alguna vez la siguiente frase: “Como mínimo debemos consumir dos litros de agua al día” y aunque todos consumimos y aportamos a nuestro organismo agua a través de otro tipo de líquidos como refrescos, cerveza, vino o infusiones, debemos ser conscientes de que consumir dos litros de agua al día es necesario para mantener el equilibrio en nuestra alimentación.
El consumo de agua es fundamental para la hidratación y prevención de muchas enfermedades, tales como la retención de líquido, la hipertensión y los cálculos renales, entre otras.
Beber poca agua puede tener consecuencias muy negativas, ya que, según diversos estudios (como uno que han hecho en la Universidad de Harvard) puede favorecer la aparición de cierto tipos de tumores, como el de vejiga y colon.
Mantiene la belleza a punto
Está demostrado que un consumo de agua adecuado retarda el envejecimiento y la aparición de arrugas, ya que contribuye a que la piel esté tersa y el tejido muscular firme y elástico durante más tiempo. Por el contrario, cuando la piel no tiene el nivel de agua adecuado es más vulnerable a la aparición de líneas profundas, debido a la deshidratación.
El agua refresca y rejuvenece la piel, es lo mejor para limpiarla y humectarla, y le proporciona elasticidad y suavidad haciendo que la apariencia de la persona sea mucho mejor y refleje vitalidad . Po r otro lado, al beber agua varias veces al día se favorecen los procesos digestivos y la adecuada eliminación de toxinas del cuerpo.
Así pues, el agua es la base de toda dieta saludable, ya que no sólo ayuda a disminuir el apetito y a evitar la retención de líquidos, sino que también contribuye a quemar las grasas acumuladas en el cuerpo más fácilmente. Por eso, todas las dietas de adelgazamiento aconsejan el consumo de una buena cantidad de agua. Asimismo, las personas con problemas de estreñimiento o de digestión lenta deben consumir el líquido en abundancia.
